Se caracterizan por la pérdida parcial o completa de la integración normal entre ciertos recuerdos del pasado, la conciencia de la propia identidad, ciertas sensaciones inmediatas y el control de los movimientos corporales.
No existe una patología orgánica que los justifique y sí una clara relación temporal con acontecimientos biográficos estresantes o problemas personales.
Subtipos:
- Amnesia disociativa: para hechos recientes de naturaleza traumática o estresante.
- Fuga disociativa: junto a la amnesia se da un desplazamiento intencionado lejos del hogar o del lugar de trabajo, durante el cual se mantiene el cuidado de sí mismo.
- Estupor disociativo: disminución profunda o ausencia de la motilidad voluntaria y la respuesta normal a los estímulos externos tales como la luz, los ruidos y el ser tocado, sin causa somática.
- Trastornos de trance y posesión: pérdida temporal del sentido de la identidad personal y de la plena conciencia del entorno, llegando en algunos casos a actuar como si se estuviera poseído por otra persona, espíritu, deidad o «fuerza».
- Trastornos disociativos de la motilidad: pérdida parcial o completa de la capacidad de movimiento de un miembro.
- Convulsiones disociativas: movimientos parecidos a los ataques epilépticos, pero sin pérdida de conciencia y generalmente sin daño sobre uno mismo, es decir, no hay mordedura de lengua, contusiones por caídas al suelo, incontinencia urinaria.
- Anestesias y pérdidas sensoriales disociativas.