Trastornos de la personalidad

Son actitudes y formas de comportamiento duraderas y arraigadas en la persona que representan desviaciones significativas de la norma cultural en cuanto a diferentes áreas: pensamiento, afectividad, el control de impulsos y la relación con los demás.

Suelen ser rasgos de personalidad inflexibles y claramente desadaptativos que interfieren el funcionamiento de la persona y provocan malestar en su entorno.

La Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) distingue los siguientes tipos:

  • Trastorno paranoide de la personalidad.
  • Trastorno esquizoide de la personalidad.
  • Trastorno asocial de la personalidad.
  • Trastorno de la personalidad emocionalmente inestable:
    • Tipo impulsivo.
    • Tipo límite.
  • Trastorno histriónico de la personalidad.
  • Trastorno anancástico o trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad.
  • Trastorno de la personalidad ansiosa (con conducta de evitación).
  • Trastorno de la personalidad dependiente.

Por su parte, la Asociación Americana de Psiquiatría, en su manual DSM-5, divide los trastornos de la personalidad en tres grupos:

GRUPO A

  • Trastorno de la personalidad paranoide: desconfianza y suspicacia intensa frente a los demás, de tal manera que sus motivos se interpretan como malévolos.
  • Trastorno de la personalidad esquizoide: patrón dominante de desapego en las relaciones sociales y poca variedad de expresión de las emociones en contextos interpersonales.
  • Trastorno de la personalidad esquizotípica: patrón dominante de deficiencias sociales e interpersonales que se manifiesta por un malestar agudo y poca capacidad para las relaciones estrechas así como por distorsiones cognitivas o perceptivas y comportamiento excéntrico.

GRUPO B

  • Trastorno de la personalidad antisocial: patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás, que se inicia sobre los 15 años de edad.
  • Trastorno de la personalidad límite: patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa.
  • Trastorno de la personalidad histriónica: patrón dominante de emotividad excesiva y de búsqueda de atención.
  • Trastorno de la personalidad narcisista: patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía.

GRUPO C

  • Trastorno de la personalidad evasiva: patrón dominante de inhibición social, sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa.
  • Trastorno de la personalidad dependiente: necesidad dominante y excesiva de que le cuiden, lo que conlleva un comportamiento sumiso y de apego exagerado, y miedo a la separación.
  • Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva: patrón dominante de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la franqueza y la eficiencia.