Una clave para el establecimiento de objetivos

Entrenador, te has planteado reunir a tus jugadores para marcaros metas a alcanzar a final de temporada, metas como equipo. Lo primero que te encontrarás será alguna respuesta del tipo: “Ganar la liga”.

No está mal como sueño, es un buen punto de partida. La pregunta que surge a continuación es: “¿Cómo tenemos que funcionar como equipo para dar nuestra mejor versión?”

Lo que tienes que saber como entrenador es que las metas que os pongáis tienen que ser alcanzables por el equipo, no pueden estar supeditadas a condiciones externas. Si os marcáis como meta final ganar la liga, os encontraréis con el inconveniente de que hay más equipos que también quieren ganar, os podréis sentir impotentes ante decisiones arbitrales, imprevistos y contratiempos.

Importante: el objetivo tiene que estar centrado en el propio equipo, independientemente de lo externo.

Ganar la liga es un sueño lícito, pero como meta es preferible algo que esté sólo en vuestras manos. Y para esto, te puede servir dividir las metas en tres áreas:

    1.  Técnico-táctica: defensa, ataque, jugadas ensayadas…
    2.  Física: fuerza, resistencia, velocidad…
    3.  Psicológica:
      1.  Atención, concentración, motivación
      2.  Sociales: Relaciones entre los jugadores, cumplimiento de normas

Y, sobre cada una de ellas, empezar a trabajar en base a dos cuestiones fundamentales:

    • ¿Qué queremos conseguir en cada una de estas áreas?
    • ¿A qué nos comprometemos para lograrlo?

En este punto te puede servir recordar la diferencia entre una carta a los Reyes Magos y un propósito de año nuevo. En la carta podéis pedir vuestro sueño de ganar la liga. El propósito de año nuevo, en cambio, os compromete con acciones concretas que dependen fundamentalmente de vosotros.

Ya iremos profundizando en esto en siguientes posts.

Daniel González


Hay muchos tipos de entrenadores. Poco a poco irás descubriendo cómo lideras tú y, sobre todo, qué entrenador quieres ser.

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