En un proceso de desarrollo psicológico, uno de los primeros pasos que tienes dar como deportista es saber qué deportista quieres ser, cómo es la mejor versión de ti mismo que imaginas.
Aunque te parezca una obviedad, no todo el mundo se para a pensar qué deportista quiere ser, ni qué necesita para lograrlo, partiendo de su situación actual. La vida del deportista es un viaje en el que tienen que quedar claros tanto el destino como el punto de partida.
¿Sabes tú qué deportista quieres ser? ¿Por qué quieres serlo? ¿Qué te mueve a ello? ¿Qué te dirás cuando lo logres? ¿Cómo te verás una vez lo alcances? ¿Cómo te sentirás?
Tener claro cuál es la mejor versión que imaginas de ti mismo permitirá dar sentido al esfuerzo, sin ir dando palos de ciego ni malgastando energía, y mantendrá tu motivación orientada a lo que deseas.
Esta visión de uno mismo es el eje alrededor del cual se moverán los demás aspectos deportivos y personales, dando coherencia a la definición de objetivos y a la planificación de las acciones necesarias para conseguirlos.
¿Te animas a crear tu visión?
Daniel González