Ya vimos en el post anterior que el establecimiento de metas conjuntas orienta la motivación de los jugadores, da sentido a su esfuerzo y los compromete más en el trabajo, con lo que se logra mayor rendimiento y mejores resultados.
La tarea de marcar con los jugadores metas grupales, aunque te parezca una pérdida de tiempo, tiene otra ventaja, y es que el proceso de llegar a un consenso es por sí mismo enriquecedor, porque mientras reflexionáis juntos, ¡estáis haciendo equipo! Hablar de lo que queréis como equipo, del punto de partida en el que estáis, de la confianza en conseguirlo y de todos los temas que se deriven de este, permitirá la constitución de una identidad grupal, fundamental para el compromiso, la colaboración, el esfuerzo y la responsabilidad con el equipo.
La cohesión de equipo no se logra sólo con juegos y dinámicas de entrenamiento. Crear un clima agradable para hablar de las metas grupales encontrará su reflejo en el terreno de juego, donde verás a tu equipo cada vez más cohesionado e identificado con su escudo.
Esta labor también es parte de tu rol, cuídala.
Nos vemos en el próximo post.
Daniel González
Hay muchos tipos de entrenadores. Poco a poco irás descubriendo cómo lideras tú y, sobre todo, qué entrenador quieres ser.
