Cuando una pareja pierde su rumbo

¡Cuántos matrimonios iniciados con ilusión, con la promesa de amor eterno, con el proyecto de una vida en común, y resignados después a soportar el hastío y la desgana, incapaces de resolver sus crisis de pareja!

Relaciones que se enfrían; evitación diaria de abordar seriamente la búsqueda de soluciones; negativa a dedicar más tiempo y cariño a luchar por el matrimonio. Las esperanzas de reparación les abandonaron hace tiempo y el resentimiento asume el protagonismo en sus escasos encuentros cara a cara.

Lamentablemente, sólo contemplan la posibilidad de separarse: o una separación física o un «divorcio emocional». En este último caso, continuarán viviendo bajo el mismo techo, procurando mantener cierta estabilidad mediante una apariencia de normalidad que no hará sino aumentar el grado de insatisfacción en sus vidas.

Quizás no hayan valorado lo suficiente que una terapia de pareja puede ayudarles a definirse: o seguir adelante con el proyecto, mejorando la calidad de la relación, o poner fin al matrimonio de manera civilizada.

Daniel González
Psicólogo en Sevilla especialista en Psicología Clínica y Psicoterapia

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